El Castillo de Cardona, ubicado en la comarca del Bages (Barcelona), es una de los castillos más bonitos de Cataluña. Con más de 11 siglos a sus espaldas, esta antigua fortaleza medieval no solo conserva un conjunto arquitectónico impresionante, sino que goza de una magnífica posición elevada que lo hace aún más espectacular. En este post solo te vamos a hablar del Castell de Cardona, pero si decides ir de escapada no olvides visitar también la Montaña de Sal de Cardona y el casco antiguo del pueblo.
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Breve historia del Castillo de Cardona
El Castillo de Cardona, fundado por Wifredo el Velloso (Guifré el Pilós) en el año 886, fue la residencia oficial de los Señores de Cardona entre los siglos XI y XV. Desde esta fortaleza controlaban el valle del río Cardener y, sobre todo, el Valle Salino de Cardona, base de la riqueza de una familia a la que se conocía como los «ricos señores de la sal». Tal era su poder que en el s.XV recibieron el título de Duques por parte de los Reyes Católicos y llegaron a ser considerados como la casa noble más poderosa de la Corona de Aragón. Durante aquellos tiempos recibieron otro sobrenombre: «los reyes sin corona».
Aparte de la etapa de esplendor durante la época de los Cardona, hay un capítulo histórico por el cual es bien conocido el castillo: la Guerra de Sucesión Española. Cataluña, como en el resto de la Corona de Aragón, se situó en el bando austracista contra el herdero Felipe V en un conflicto que duraría 13 años. De sobras es conocida la capitulación de Barcelona el 11 de septiembre de 1714, pero el último bastión de la resistencia austracista fue Cardona, que después de sufrir años de asedios, cayó en manos de los borbones una semana después.
Visita al Castillo de Cardona
Hoy en día el castillo alberga el Parador de Cardona, así que una forma ideal de conocerlo sería alojarse en él. Pero si el presupuesto no te alcanza, no te preocupes, desde Cardona Turisme ofrecen visitas guiadas en diferentes idiomas y horarios (información práctica al final). En seguida te hablamos del interior del castillo, pero primero merece la pena tomarse un tiempo para contemplarlo desde el exterior. Si llegas en coche a Cardona por el sur, te aconsejamos tomar la primera salida hacia el pueblo para enfilar la carretera que lleva directo al castillo.
Como ves, no hay que buscar mucho para obtener una buena perspectiva, pero si te sobra algo de tiempo, te sugerimos conducir hasta el desconocido mirador del «Runam salí nou», el cual descubrimos haciendo Geocaching. Hay un tramo de camino rural y un pequeño aparcamiento entre árboles y rocas, pero yendo despacio no debe suponer un gran problema. En todo caso, hay muchas otras perspectivas geniales (incluyendo la que se tiene desde Cardona), así que solo asegúrate de darle alguna vuelta para poder disfrutarlas.
Antes de llegar al castillo , comprueba sus horarios y los de la Montaña de Sal. Probablemente quieras conocer ambos lugares (¡deberías!) y en el castillo ofrecen la entrada combinada, pero tienes que organizarte bien. Por cierto, el «Cardona ticket» incluye la visita guiada al pueblo medieval y sale a cuenta si quieres hacer las tres cosas. Bien, y ahora empecemos el recorrido (que dura 1h 30′ aprox.). Los grupos se reúnen en el patio principal del Parador (donde se encuentran las taquillas) y lo primero que se visita es la Torre de la Minyona (s. XI), la parte más antigua conservada.
Esta torre, aislada del resto del conjunto, apenas alcanza los 13 metros de altura, pero llegó a medir más de 20 y fue clave en la estrategia defensiva de la fortaleza, pues era utilizada como torre de vigía, calabozo y polvorín. Hoy en día sigue ofreciendo unas vistas espectaculares sobre la salina, el pueblo y los extensos valles que lo rodean. Allá arriba, con las explicaciones de la guía metiéndote en contexto, puedes sentirte como un auténtico Duque de Cardona. También se visita el claustrofóbico interior, donde te explican la leyenda amorosa que da nombre a la torre… y que no te desvelaremos aquí (busca «Adalés y Abdalá» si te pica la curiosidad).
Visitada la torre, se regresa al Parador para explorar las partes más «modernas» de la construcción, donde se mezclan los estilos románico y gótico según las diferentes fases de ampliación de la fortaleza. En el precioso Patio de Armas (o Patio Ducal), por ejemplo, destacan tres ventanas geminadas de estilo gótico que contrastan con otros elementos más sobrios propios del románico. También es reseñable la existencia de un pozo, un lujo que permitía abastecer de agua a los habitantes del castillo.
A continuación se pasa bajo un enorme arco de medio punto para llegar al Claustro, del que bien poco se conserva. Del original solo quedan la serie de arcos apuntados, muy reconstruidos, que delimitaban el rectángulo central del patio, donde encontramos otro pozo. Y, conectando el claustro con la colegiata, se puede ver otro enorme arco que parece un poco fuera de lugar. Éste, en realidad, servía como apoyo para un pasadizo que en sus tiempos comunicaba las dependencias privadas con la iglesia.
La siguiente parada de la visita es quizá la más interesante: la Colegiata de Sant Vicenç, joya del románico consagrada a mediados del s.XI. Por desgracia, la mayoría de murales y retablos se encuentran en diferentes museos de Cataluña (como el MNAC de Barcelona), así que el interior es bastante austero a nivel decorativo. Aún así, merece mención especial el sepulcro gótico del duque Ferran de Cardona y su esposa, lleno de detalles interesantes. A nivel de espacios, destacaríamos la cripta y la tribuna, un lugar perfecto para observar la iglesia en su conjunto.
La visita finaliza en la Casamata. Este espacio fortificado fue antiguamente un polvorín y almacén de armas, además de otro puesto estratégico de defensa. Desde allí se podía controlar la vertiente occidental del castillo, la que da a la salina. En 2014, con motivo de los 300 años de la «Guerra de los Catalanes», este espacio se habilitó como centro de interpretación, enfocado sobre todo en la Guerra de Sucesión. Lo que más nos gustó de la exposición fue la estupenda recreación en un mapa 3D del «Sitio de Cardona» de 1711. Ideal para hacerse una idea de cómo eran las guerras de la época y entender la importancia de una fortaleza como esta.
Aunque aquí termina la visita guiada, el acceso a la zona amurallada es libre, así que, ya sea antes o después, te aconsejamos dar un buen paseo por las fortificaciones y buscar algunos de los baluartes que aún quedan en pie. También puedes dar un paseo por la parte trasera de la iglesia, desde donde obtendrás una nueva perspectiva del valle. Y si después de tanto ir y venir te apetece tomar algo, siempre puedes aprovechar para relajarte en la terraza del castillo, ubicada frente a la Torre de la Minyona.
Si vais a visitar Cardona desde Barcelona, echadle un vistazo al tour «Cardona y Montserrat». Dura 9,5h y el precio incluye: transporte en bus; guía profesional; entradas al Castillo de Cardona, las Minas de Sal y al espacio audiovisual de Montserrat; degustación de tapas, vinos y licores, y tren cremallera.
Información práctica para visitar el Castillo de Cardona
- Ubicación: Cardona / Bages / Barcelona (ver mapa al pie)
- Cómo llegar:
- Coche. Desde Barcelona hay que tomar la C-16 hasta Manresa y luego la C-55 dirección Solsona hasta la primera salida de Cardona (o la segunda si queréis ir directos al pueblo y no al castillo). Se tarda 1h 20′ en total aprox. Desde Girona hay que tomar el Eix Transversal (C-25) hasta Manresa y luego C-55 dirección Solsona. Desde Lleida, A-2 hasta Cervera, luego C-25 hasta Manresa y finalmente C-55 dirección Solsona.
- Bus. Se puede tomar un bus de ALSA/Alsina Graells desde la Estació del Nord de Barcelona hasta Cardona (1h 45′, 25€ ida y vuelta aprox.). Consulta en la web oficial otras combinaciones.
- Tren. Se puede llegar hasta Manresa en Ferrocarrils de Generalitat (FGC) o RENFE, pero desde allí habría que continuar en bus de ALSA.
- Horarios:
- Individuales: sábados y domingos a las 11h (castellano), 13h y 16:30h (catalán)
- Grupos: de martes a viernes, previa reserva
- Precios:
- General: 6€
- Reducida: 4€ (de 7 a 16 años y mayores de 65)
- Niños: gratis (menos de 7)
- Reserva recomendada online.
- Cardona ticket (Castillo + Montaña de sal + Visita pueblo): 18€ adulto. Más detalles.
- Web oficial: cardonaturisme.cat
- Dónde dormir:
- Como dijimos, lo más glamouroso y la mejor forma de vivir el castillo es alojarse en el Parador de Cardona, que tiene un 8,5 de nota en Booking. Por cierto, si no te espantan las historias sobre fantasmas, puedes pedir la famosa habitación 712, envuelta en leyendas de espíritus que tienen mucho que ver con la historia de amor de la Torre de la Minyona.
- Nosotros en esta ocasión estuvimos alojados en el magnífico camping Cal Paradís. Está algo alejado de Cardona (25-30 min. en coche), pero es ideal para desconectar y descubrir la comarca del Bages con calma. Tiene parcelas o bungalows (fue nuestra opción).
- Si lo prefieres, consulta este listado de alojamientos en Cardona
Mapa del Castillo de Cardona
Fotos: (1 y 4) Vistas del Castell de Cardona desde el mirador del «runam salí nou» (2) Vista del Castillo de Cardona desde el pueblo (3) Panorámica del castillo desde la carretera de acceso (6) Vistas desde la Torre de la Minyona (8) Claustro (9) Colegiata de Sant Vicenç de Cardona (10) Sepulcro del duque Ferran de Cardona y su esposa (11) Vistas desde las cercanías de la Casamat. Autoría: Lupe/Los apuntes del viajero. (5) Torre de la Minyona. Autoría: joan_bautista, vía Shutterstock. (7) Patio de Armas. Autoría: wjarek. Vía Shutterstock.
Me encantó leer y ver fotos, historias, y todas las posibilidades de conocer esos maravillosos lugares y saber que muy pronto podré visitarlos, cuando era niña juntaba mis monedas con el sueño de poder algún día conocer la patria de mis mayores, gracias por publicar tan grandes bellezas. Un gran abrazo. Addis Cardona
Hola Addis! Genial, me alegra que este post te haya resultado tan evocador :) Espero que pronto cumplas esos sueños. Un saludo!