En el transcurso de nuestra ruta por los Balcanes tuvimos oportunidad de conocer diversas localidades bosnias. Entre ellas, por supuesto, no podía faltar Mostar, ciudad que todos relacionamos con las cruentas Guerras Yugoslavas de principios de los ’90. Su Puente Viejo, declarado Patrimonio de la Humanidad en 2005, es el lugar más visitado de la ciudad y todo un símbolo de reconciliación en Bosnia-Herzegovina, pero no es su único atractivo turístico. Tanto si planeáis hacer una excursión a Mostar desde Dubrovnik, como si vais a estar de paso en una ruta por Bosnia, esperamos que este post os sea de ayuda para planificar vuestra visita.
Índice de contenidos
Breve historia de Mostar
Aunque los hallazgos arqueológicos demuestran la presencia de poblados prehistóricos y asentamientos romanos en las orillas del río Neretva, Mostar no es mencionada en ningún documento histórico hasta 1474. Su nombre hacía referencia al puente de los guardadores (mostari), un puente de madera usado por comerciantes, soldados y viajeros. Por aquel entonces, Mostar apenas consistía en una docena de casas en territorio otomano, pero su fortificación durante el s.XVI y el reemplazo del puente de madera por uno de piedra en 1566 la convirtieron en un importante centro administrativo de la región Herzegovina.
Mostar formó parte del Imperio Austrohúngaro entre 1878 y 1918, año en que se formaría el Reino de los Serbios, Croatas y Eslovenos (más tarde Yugoslavia). La independencia de Bosnia y Herzegovina, proclamada en marzo de 1992, marcaría una de las etapas más tristes de Mostar, al igual que ocurriría en el resto de Bosnia. Durante 18 meses, entre abril de 1992 y diciembre de 1993, la ciudad fue sometida a un brutal sitio en el que se perdieron miles de vidas y que supuso la destrucción parcial o completa de su patrimonio cultural. Con los Acuerdos de Dayton (noviembre de 1995) se puso fin a la guerra y comenzó el proceso de reconstrucción del país. En Mostar, la presencia del ejército español se prolongó 12 años y su huella es recordada en numerosos lugares.
Visitar Mostar
Mostar cuenta con poco más de 100.000 habitantes y no es una ciudad excesivamente extensa, por lo que resulta muy sencillo recorrerla a pie (o al menos su centro histórico). Así pues, no es descabellado visitar Mostar en un día y, a decir verdad, si no tenéis un interés muy profundo por esta ciudad, es tiempo más que suficiente para conocer los lugares imprescindibles.
Puente de Mostar
La joya de la corona, como ya sabéis, es el Stari Most (Puente Viejo), más conocido como Puente de Mostar. Durante décadas (o siglos) existió en su emplazamiento actual un puente de madera que dio nombre a la ciudad, pero que fue substituido por el actual de piedra en 1566. El puente, que cruza el río Neretva uniendo las dos partes de la ciudad, tiene una altura de 29m y en su época fue una de las mayores construcciones de este tipo en Occidente. Fue obra de Mimar Hajruddin siguiendo diseños de su maestro, el famoso Mimar Sinan, arquitecto de muchas de las grandes mezquitas de Estambul.
Aquella joya islámica se mantuvo en pie durante 427 años, hasta que el 9 de noviembre de 1993 fue deliberadamente destruido por las fuerzas militares croatas en el marco de la Guerra de los Balcanes. Finalizado el conflicto bélico, un comité internacional dirigido por la UNESCO se encargó de la reconstrucción del puente, la cual se llevó a cabo siguiendo el diseño original y usando muchos de los materiales y técnicas que se habían empleado en el s.XVI. El nuevo puente se inauguró en julio de 2004 y un año después fue declarado Patrimonio de la Humanidad junto con el resto del casco histórico de Mostar.
Desde lejos, el Puente de Mostar es imponente y merece la pena invertir un rato en contemplarlo desde diferentes ángulos. El paseo hasta cualquiera de sus entradas se realiza entre puestos de souvenirs y restaurantes, pero en un ambiente bastante acogedor y que conserva cierto aire rústico pese a todo. Si vais a en temporada alta, probablemente esté tomado por los turistas, pero las vistas del río y la ciudad compensan los posibles agobios. Para profundizar en la historia del puente y la ciudad se puede visitar el Old Bridge Museum.
Centro histórico de Mostar
Además del puente, el área que lo rodea (el casco antiguo de Mostar) también fue incluida en la lista del Patrimonio Mundial. Esta zona, paradigma durante siglos de la convivencia pacífica entre diferentes comunidades (musulmanes, judíos, católicos y ortodoxos), alberga una variopinta muestra de estilos arquitectónicos, entre los que sobresalen las «casas turcas» construidas en el periodo otomano, como la Casa Biscevica (Biscevica Kuca), de 1635, o la Casa Muslibegovic, en manos de la misma familia desde 1750. Pero solo es necesario darse una vuelta por sus calles empedradas y curiosear entre los cafés, las tiendas de artesanías y los puestos de souvenirs, para comprobar que aún se respira cierto aroma turco en el ambiente.
La calle Kujundziluk, en el margen derecho del río y pegada al puente, alberga el Antiguo Bazar de Mostar, conformado hoy por un grupo de tiendas y puestecitos callejeros apilados en pocos metros, además de algunos bares con terrazas con vistas al río o bien excavadas en la piedra, como la del curioso Alibaba Group. Una de las mejores cosas que se pueden hacer en Mostar es perderse por sus calles. Aunque es pequeño, tiene muchos rincones pintorescos que merece la pena explorar, como el «Puente Torcido» (Kriva Cuprija), probablemente no tan antiguo como el Puente Viejo, pero también de época otomana.
Mezquitas
La región de Herzegovina está repleta de mezquitas. En Mostar destacan dos por encima de todas. Quizá la más bella e importante es la Mezquita Karadjoz-Bey, construida originalmente por el célebre Mimar Sinan en 1557. Como tantos otros edificios del país, tuvo que ser reconstruida casi por completo tras la guerra yugoslava. En todo caso, su magnífica cúpula y su altísimo minarete, así como su bello interior, la convierten en una visita imprescindible. Algo más pequeña es la Mezquita Koski Mehmed Pasha, ubicada muy cerca del puente y cuya construcción original se remontaba a 1618.
Cicatrices de guerra
Como ya sabéis, Mostar fue duramente castigada durante la Guerra de los Balcanes. Es algo que muchos de nosotros vivimos en televisión, no un conflicto de hace siglos. Un horror que dejó huellas imborrables y que aún es visible en buena parte de sus edificios. Pese que a muchos fueron reconstruidos, derrumbados o remodelados, no son pocos los que se mantienen en ruinas o conservan grandes «cicatrices». Muchos de ellos permanecen en ese estado a propósito, para recordarles a las nuevas generaciones lo que sucedió y lo que no debería volverse a repetir, como es el caso de la llamada Sniper Tower (usada por francotiradores de ambos bandos) o el Hotel Neretva (o Palacio de Tito).
Además de unos cuantos edificios especialmente simbólicos, las marcas dejadas por la artillería y las ametralladoras pueden verse aún en numerosas fachadas de toda la ciudad; tanto en edificios abandonados como en viviendas que aún siguen en uso. Para saber más sobre la guerra se puede visitar el War Photo Exhibition, en la entrada misma del Puente Viejo.
Otros lugares de interés
Caminando por Mostar se pueden visitar también otros lugares quizá menos populares, pero que tienen su encanto, como la Iglesia católica de San Pedro y San Pablo (con su altísimo «Campanario de la Paz»), la Vieja Catedral Ortodoxa de 1873 (aún en reconstrucción), el Cementerio Memorial Partisano ubicado a las afueras, la Plaza España (con el pintoresco edificio Gimnazija Mostar, un gimnasio de la época austro-húngara) o la curiosa estatua de Bruce Lee en Zrinjevac Park. En los alrededores de Mostar, por último, son típicas las visitas al pueblo de Blagaj Tekke (13 km) y las Cascadas de Kravice (40km), aunque nosotros no tuvimos tiempo para conocerlas.
Si vais a visitar Mostar desde Dubrovnik quizá os interese echarle un vistazo a la Excursión a Mostar y las cascadas de Kravice que ofrecen desde Civitatis. Se trata de un tour de 12h que incluye guía de habla hispana y transporte.
Información práctica para visitar Mostar
- Ubicación: cantón Herzegovina-Neretva, Bosnia y Herzegovina (ver mapa al pie)
- Cómo llegar:
- Avión. Aunque Mostar tiene aeropuerto, las conexiones son muy escasas. Los aeropuertos internacionales más cercanos a Mostar son el de Dubrovnik (147km) y el de Split (180km), ambos en Croacia. Vueling y Norwegian tienen vuelos directos con Barcelona y Madrid. También Sarajevo tiene aeropuerto, pero ni está cerca (124km) ni hay conexiones directas con España. En Skyscanner podéis echar un vistazo a precios y horarios de los vuelos.
- Coche. Quizá la mejor forma de llegar a Mostar es en coche. Nosotros, como dijimos, fuimos con nuestro propio vehículo desde Barcelona, pero entendemos que esto no es lo habitual. La mayoría de turistas alquilan un coche en el aeropuerto de Dubrovnik y van hasta allí por su cuenta. Las carreteras no son para echar cohetes, así que conviene calcular unas 2h 30′ siguiendo la ruta que sugiere Google Maps. Si vais a alquilar coche, os recomendamos encarecidamente Booking RentalCars, que siempre suele tener las mejores tarifas. Y recordad que será necesario el pasaporte y la carta verde para el coche, sobre todo si es el vuestro.
- Bus. Mostar tiene dos estaciones de tren, la principal (en la zona musulmana, la más cercana al centro) y una secundaria en la zona croata. Hay conexiones con Sarajevo y las principales ciudades croatas y del resto de los Balcanes. En esta web se pueden consultar horarios. Desde Dubrovnik tardan entre 2h 30′ y 3h.
- Tren. También se puede llegar a Mostar en tren, pero actualmente no hay conexiones internacionales, solo destinos domésticos (como Sarajevo). En esta web se puede encontrar más información.
- Tours guiados. Muchos viajeros, especialmente los cruceristas, llegan a Mostar tomando un tour guiado desde Dubrovnik o Split. El único que conocemos que se ofrezca online en castellano es el de Civitatis, pero podéis encontrar numerosas alternativas en inglés en páginas como Getyourguide o en las calles de Dubrovnik.
- Dormir en Mostar:
- Los alojamientos típicos de esta zona de los Balcanes son las «sobes», que literalmente significa «habitaciones». Estos establecimientos turísticos son totalmente familiares y normalmente ofrecen un servicio sencillo, pero más que suficiente para pasar la noche. A nosotros una sobe cerca del centro nos costó 30€ con desayuno incluido. Algunas son «difíciles» de encontrar por internet, pero las encontraréis a patadas por la ciudad.
- Si preferís asegurar el tiro, echad un vistazo a la oferta de alojamientos en Mostar.
Si no encontráis lo que buscáis os sugerimos que le deis una oportunidad a este buscador, una alternativa a Booking que a nosotros nos encanta.
- Webs de turismo: BH Tourism | Visit Mostar
Mapa de Mostar
Ver el mapa de Mostar en una nueva pestaña
Fotos: (1, 3 y 4) Puente Viejo de Mostar (2) Vistas desde el Puente Viejo con la Mezquita Koski Mehmed Pasha en primer plano (5) Calles del centro histórico de Mostar (6) Mezquita Karadjoz-Bey (7) Hotel Neretva en ruinas. Autoría: Lupe/Los apuntes del viajero.
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** Código viajero: viajamos de forma independiente (sin aceptar regalos, sin viajes pagados, sin participar en blogtrips o viajes de prensa).
Me encanta esta ciudad! No solo por las vistas que tiene sino por su historia. Es mágica.
Hemos tardado desde Duvrovnik 4 horas y media en autobús, hay que pasar 4 fronteras de ida y 4 de vuelta. Total casi 9 horas de autobús para una visita de hora y media de la que sobra la mitad.
Mi opinión sería 9 horas de autobús para ver un puente, ya que la zona comercial es un zoco que no se diferencia en nada de otros mercadillos de cualquier ciudad.
Hola Irina! Vay, 4 horas! La verdad es que desde Dubrovnik es un poco paliza. Nosotros paramos en ruta y mereció la pena, pero quizá no habríamos hecho una excursión tan dura. Gracias por contar tu experiencia. Un saludo!
Nosotros llegamos desde Sarajevo, sobre 2h.30 min. en coche. El caso antiguo de Mostar merece la pena ser visitado, con un día es suficiente. Ahora, primera quincena de agosto, masificado por el exceso de turismo. Cuidado con los precios en la parte vieja, están inflados. En cambio, si te sales de la zona turística comes o cenas bien por cinco euros, bebida incluida.
Hola Javier! Muchas gracias por dejar estas indicaciones. Seguro que serán útiles a otras personas :)