Visita al Monasterio de Yuso (San Millán de la Cogolla)

San Millán de la Cogolla (La Rioja), con menos de 250 habitantes censados, alberga un magnífico conjunto monástico formado por el Monasterio de Yuso y el de Suso. Aunque los dos edificios se encuentran en lugares distintos y se gestionan de manera independiente, ambos forman parte de la misma tradición, la del «Monasterio de San Millán», y desde 1997 son Patrimonio de la Humanidad. Entre otras cosas, son famosos por considerarse la «Cuna del castellano». En este post os hablaremos de su historia y las visitas, centrándonos en Yuso. ¡Vamos allá!

Breve historia del Monasterio de Yuso

Para hablar del Monasterio de Yuso hay que conocer primero la historia del Monasterio de Suso. Éste tiene sus orígenes en el s.VI, cuando falleció San Millán y se construyó un edificio en torno a su sepulcro en la cueva donde había vivido como ermitaño. La popularidad del santo hizo que una comunidad de monjes creciera durante siglos y cuando el monasterio «de arriba» (suso = arriba) se quedó pequeño, se hizo necesaria la construcción de un nuevo monasterio.

En el año 1053 se funda, pues, el Monasterio de Yuso (yuso = abajo), donde se trasladan los restos de San Millán. Aunque inicialmente se construyó en estilo románico, entre los siglos XVI y XVIII sufrió importantes reconstrucciones y ampliaciones, motivo por el que hoy destacan los estilos renacentista y barroco. En cuanto a los monjes, el Monasterio Yuso (que históricamente había sido benedictino) alberga desde 1878 una pequeña comunidad de agustinos recoletos que, además de hacer vida monástica, gestiona las visitas al monasterio. En Suso, propiedad de Estado, ya no hay actividad religiosa.

Visita al Monasterio de Yuso

Con más de 10.000 metros cuadrados, el Monasterio de Yuso destaca desde bien lejos. Por la ubicación de San Millán de la Cogolla, parapetado en el valle del Río Cárdenas, casi todos los viajeros llegamos por la misma ruta y nos encontramos con la misma imagen del monasterio, que se va tornando cada vez más imponente desde la magnífica posición elevada que nos ofrece la carretera. Como dijimos, los dos monasterios se visitan por separado, pero el punto de encuentro es el mismo: el aparcamiento gratuito que hay frente al Monasterio de Yuso. Para visitar Suso hay que tomar un bus, pero de eso hablaremos más abajo.

En cuanto al Monasterio de San Millán de Yuso, os dejaremos toda la información práctica al final del post (horarios, precios, etc.), así que veamos ahora cuáles son los atractivos de la visita. Para empezar, conviene aclarar que el único modo de entrar es en grupo guiado. El recorrido dura más o menos 1 hora y las explicaciones de los guías combinan un buen número de pasajes históricos, curiosidades, detalles sobre arquitectura, etc. Se hace tan ameno que uno puede quedarse con ganas de más, aunque es tiempo suficiente para conocer el lugar y tomar fotos.

La visita se inicia en el Salón de los Reyes, con pinturas de Juan Ricci y una réplica del famoso Códice 60, donde aparecen las «Glosas Emilianenses», primeras manifestaciones del castellano y el vascuense. Por lo que sabemos, desde San Millán llevan décadas reclamando el retorno del original, ubicado desde el s.XIX en la Real Academia de Historia. A continuación se atraviesa el Claustro bajo (o procesional) del s.XVI. Aunque es de estilo renacentista, sus bóvedas son góticas y en la decoración abundan elementos platerescos.

El itinerario prosigue por la Iglesia Catedralicia, construida entre 1504 y 1540 por orden de los monjes benedictinos de la época. Lo más destacable de la iglesia es quizá el retablo mayor, también de Juan Ricci, junto con el bonito trascoro de estilo rococó, el púlpito plateresco y el órgano. La visita a la planta inferior termina en la preciosa Sacristía, con una bóveda de cañón completamente adornada con frescos del s.XVIII, una importante colección de cobres sobre la cajonería y un retablo barroco.

Acto seguido se accede a la segunda planta, con un Claustro superior bien diferente al de abajo, ya que el estilo predominante allí es barroco y los laterales que dan al patio están cerrados. En las paredes, 24 lienzos cuentan la vida de San Millán, descrita en la literatura por el famoso monje local «Gonzalo de Berceo». En esta planta se visita la sala que más nos impactó: la que alberga la colección de Cantorales, gigantescos libros con hojas de piel que podían pesar entre 20 y 60 Kg.

Por último, en uno de los vértices del claustro se visita una sala de exposición que alberga algunas de las joyas de la corona, como el cofre con las reliquias de San Millán. Aunque el arca relicario actual, realizado en plata, es de 1944, en los laterales conserva marfiles románicos pertenecientes al relicario original, del s.XI, igual que ocurre con la arqueta de San Felices, expuesta en la misma sala. Después de admirar estas dos piezas se da por finalizada la visita. A nosotros, como dijimos, se nos hizo corta, pero es muy interesante.

Visita al Monasterio de Suso

El Monasterio de Yuso (del que acabamos de hablar) se encuentra a pocos pasos del aparcamiento, así que la tentación puede ser visitarlo en primer lugar. Sin embargo, conviene tener en cuenta los horarios de Suso (ubicado a 2 km) para combinar las visitas de forma óptima. De hecho, sugerimos aprovechar los horarios de mejor luz para ir primero a Suso, un pequeño monasterio rodeado de naturaleza y con buenas vistas. De este monasterio hablaremos en otro artículo, pero os adelantamos algunas cuestiones prácticas.

Para empezar, como ya hemos avanzado, hay que saber que ambos son independientes. Las entradas se compran en el mismo edificio, pero en diferentes plantas y a diferentes entidades. Las de Suso se reservan en la Planta Baja del Monasterio de Yuso (sí, así de lioso) y las de Yuso en la Primera Planta. Por otra parte, hay que tener en cuenta que Suso no puede visitarse llegando en vehículo propio. Después de recoger las entradas (¡muy recomendable reservar!) hay que tomar un mini-bus que sale desde la misma calle del parking. La visita es guiada y en grupo, con una duración de unos 40′. Más información para visitar el Monasterio de Suso en la web oficial.

Información práctica para visitar el Monasterio de Yuso

* Datos actualizados en 2018.

Mapa de San Millán de la Cogolla

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Dormir y comer en San Millán de la Cogolla

En esta ocasión nos alojamos en Hospedería La Calera gracias a uno de los famosos cofres de Wonderbox, un regalo que nos cae cada año por fechas navideñas. Nuestra caja pertenecía a una edición exclusiva en colaboración con Guía Repsol para promocionar los mejores rincones de España. Este cofre ya no existe como tal, pero en la web de WonderBox podéis encontrar hasta 12 alternativas que incluyen este magnífico alojamiento, donde dormimos como reyes. El entorno es precioso y las habitaciones, además de amplias y cómodas, ¡tienen jacuzzi!

Si lo preferís, una opción más lujosa, justo en el mismo recinto del monasterio, es la Hostería del Monasterio de San Millán. Y para redondear vuestra visita a San Millán de la Cogolla os sugerimos cenar en la Posada de San Millán que, además de alojamiento, ofrece deliciosas tapas caseras a precios económicos. Si no os apetece comer, siempre podéis tomar algo en su tranquila terraza después de visitar el Monasterio de Yuso, que se encuentra a escasos 100 metros.

Fotos: (1, 3 y 4) Visitas generales del Monasterio de Yuso (2) Réplica de las Glosas Emilianenses (5) Claustro bajo (6) Trascoro de la iglesia (7) Sacristía (8) Cantorales (9) Cofre relicario de San Millán (10) Monasterio de Suso (11) Hospedería La Calera. Autoría: Lupe/Los apuntes del viajero.