Visitar Colliure (Francia)

Colliure, situado en el extremo sur del Languedoc-Roussillon (Francia), es un lugar ideal para una escapada desde Barcelona o cualquier otra localidad catalana. Su idílica ubicación frente al mar, las callejuelas de su antiguo barrio pesquero, su rica gastronomía marinera, su tradición artística o su patrimonio histórico son algunas buenas razones para visitar Colliure. Con este post queremos despertar vuestra curiosidad y animaros a conocer este idílico pueblo francés, cuna del fauvismo y lugar de la muerte de Antonio Machado.

Breve historia de Colliure

La pequeña localidad de Collioure, de apenas 3.000 habitantes, fue nombrada por primera vez en el año 673, cuando el rey visigodo Wamba la bautizó como Caucoliberis. Durante muchos siglos formó parte de un enclave estratégico en constante disputa, llegando a pertenecer a los reinos de Aragón y de Mallorca entre los siglos XII y XVII. En 1659, como consecuencia del Tratado de los Pirineos, España cedió el Rossellón a Francia y Colliure pasó a formar parte de lo que muchos llamarían más tarde la «Cataluña Norte». Ya en tiempos recientes, Colliure vivió dos episodios notables relacionados con el arte: hacia 1904 se convirtió en la cuna del fauvismo, impulsado por Matisse, y en 1939 fue el lugar que vio morir al poeta Antonio Machado, cuya tumba podréis encontrar allí.

Qué ver en Colliure

La mejor forma de empezar una visita a Colliure no es adentrarse en el pueblo, sino tomar algo de distancia. Hacedlo a la llegada o a salida, si lo preferís, pero tomaos un tiempo para contemplarlo desde la lejanía. Si llegáis a Colliure desde la autopista, merece la pena hacer un pequeño desvío para pasear por las cercanías del Fort Carré y el Fort Rond, que aunque no son visitables, ofrecen unas muy buenas vistas sobre el mar y permiten contemplar el pueblo desde las alturas si se camina un poco. Si llegáis desde el sur también obtendréis una magnífica perspectiva a pie de carretera. Y debe ser aún mejor desde el Fuerte San Telmo, donde aún no hemos tenido el placer de subir.

Cuando decidáis enfilaros hacia el pueblo, debéis tener en cuenta que es bastante complicado aparcar, ya que muchas calles son peatonales y suele estar lleno de gente (especialmente en temporada alta). Así pues, conviene dominar el tema de los aparcamientos. La web oficial de turismo ofrece este PDF (actualizado en 2017) con ubicaciones y tarifas. También podéis verlos en Google Maps. Y una vez hayáis aparcado, ¡a pasear se ha dicho! ¿Y qué se puede visitar en Colliure? La gran referencia, sin duda, es el Castillo Real.

El Castillo Real de Colliure, tal como lo podemos ver en nuestros días, es el resultado de al menos 4 etapas de construcción, siendo la más primitiva la del 673, cuando ya fue citado como fortificación en unos documentos históricos de los visigodos. Luego vendrían los templarios (s.XIII), los Reyes de Mallorca (s.XIII-XIV), los Habsburgo (s.XV-XVI) y los Borbones (s.XVII), que lo fueron ampliando incluso a costa de derribar partes enteras del pueblo. ¿Y qué queda hoy de todo aquello? Lo cierto es que su interior no es lo que nos viene a la mente cuando pensamos en un castillo medieval. Hay varias estructuras que se mantienen en pie y se puede dar un bonito paseo por las murallas, pero las pocas salas visitables están vacías.

Aún así, merece la pena pagar la entrada (4€) y hacer el recorrido entre sus torres y almenas, con magníficas vistas al pueblo y el mar, como podéis ver en las fotos. Durante nuestra visita, a finales de 2015, había una exposición de anticuarios y es frecuente que se celebren otras exposiciones, además de conciertos y espectáculos. [Ver horarios].

Otro lugar que podéis visitar y que encontraréis muy cerca del castillo es la Iglesia de Notre Dame des Anges, con un campanario de época medieval y una nave gótica de 1684. En el interior se puede ver un retablo del artista catalán Josep Sunyer.

Desde la iglesia hay un corto trecho hasta otro punto de referencia: la pequeña Capilla de San Vicente, de 1701. No hay mucho que ver, pero el paseo junto a la playa servirá de excusa para tener unas buenas vistas de la zona norte, donde afloran las casas construidas en las rocas y la larga línea de acantilados se extiende a lo lejos. Después hay que tomarse un tiempo para caminar por Moré, el barrio antiguo de pescadores. Allí se apelotonan la mayoría de turistas y es un lugar típico para sentarse a comer en alguno de sus restaurantes y poder disfrutar de los clásicos platos locales a base de mejillones, anchoas, etc. Pero Moré nos sorprendió también con multitud de rincones olvidados y callejones solitarios que invitan a perderse.

Para alargar un poco más vuestra escapada a Colliure podéis optar por visitar la tumba de Antonio Machado, en el cementerio antiguo (muy céntrico); subir a la zona del gigantesco Fort Miradou y contemplar Colliure desde las alturas (está justo encima del barrio de Moré); seguir la ruta del fauvismo (lugares donde hay un marco que simboliza el lugar donde los pintores de este movimiento realizaron sus cuadros. Se pueden hacer visitas guiadas desde la Oficina de Turismo); visitar el Musée d’Art moderne de Collioure o curiosear por alguna de las muchas galerías de arte que abundan en Colliure.

Información práctica para visitar Colliure

Mapa de Collioure

Artículo actualizado en 2022.

Fotos: (1) Playa e iglesia de Notre Dame des Anges (2) Fort Carré (3) Panorámica de Colliure desde el sur (4 y 5) Castillo Real (6) Playa de Colliure desde el castillo (7 y 8) Iglesia de Notre Dame des Anges (9 y 10) Calles en el barrio Moré. Autoría: Lupe/Los apuntes del viajero.

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