Visitar Orange (Francia): teatro romano y más

En nuestro último viaje por Francia atravesamos en coche la parte más occidental de la región de Provenza-Alpes-Costa Azul. Aunque no estaba en los planes, aprovechamos para visitar Orange, un lugar que teníamos pendiente desde hacía tiempo. Su gran atractivo turístico es el fantástico Théâtre antique d’Orange, un teatro romano inscrito en la lista del Patrimonio de la Humanidad. Sin embargo, como veremos a continuación, no es lo único interesante de esta ciudad, eclipsada en cierto modo por la vecina Avignon.

Breve historia de Orange

Orange fue fundada por los romanos hacia el 35 a. C. con el nombre de Arausio. Durante siglos floreció bajo el Imperio Romano, periodo del que se conservan el teatro y un arco de triunfo. Su actual nombre llegaría más tarde por relación con la fruta y la distorsión de Arausio (similar a «arange»). Cristianizada y convertida en obispado en el s. IV, la ciudad pasó por manos de numerosas familias hasta llegar a una fecha clave: 1544. Por entonces Orange pertenecía al Sacro Imperio Romano y el alemán Guillermo I de Nassau heredó de rebote el título de Príncipe de Orange, dando lugar a la Casa Orange-Nassau que en nuestros días reina en Holanda.

Si os lo estáis preguntado: sí, el color naranja que asociamos con Holanda tiene mucho que ver con Orange. Y es que Guillermo de Orange-Nassau, cuyo estandarte pasó a ser naranja al heredar el título, se convirtió en el principal caudillo de la rebelión contra España que dio lugar a la independencia de los Países Bajos. Así pues, la curiosa historia de Orange incluye 169 años de influencia holandesa. De hecho, Orange no pasaría a ser 100% francesa hasta 1713. Hoy la ciudad alberga casi 30.000 personas, siendo la 3ª más poblada del departamento de Vaucluse.

Qué visitar en Orange

Teatro romano de Orange

Como dijimos, el teatro romano es el gran atractivo turístico de Orange. Está ubicado en pleno corazón de la ciudad y ya al acercarnos a él podemos comprobar su majestuosidad. La visita se realiza por libre, con audioguía en castellano incluida, y se recomienda al menos 1 hora para verlo con calma (al final del post tenéis más datos prácticos). En cuanto a su interior, aunque por desgracia se perdió el graderío original, sí se conserva lo más importante: la espectacular fachada escénica, con más de 100 m de largo y 37 de alto.

La fachada escénica, organizada en tres niveles, estaba embellecida con mosaicos de colores, múltiples columnas y frisos, y casi 80 estatuas colocadas en nichos. De toda esa decoración hoy solo se conserva una enorme estatua de 3,5 metros de Augusto, aunque probablemente se trate de una reconstrucción muy posterior. Con algo de imaginación y la inestimable ayuda de la audioguía, uno puede sentarse en las gradas y visualizar perfectamente cómo debieron ser las representaciones dramáticas y cómicas de la época.

Gran parte de la visita se consume pululando por la zona de la «Orchestra» y las gradas, aunque también se puede acceder al interior de las mismas para recorrer diferentes galerías por las que se distribuyen pequeñas exposiciones donde podemos aprender más sobre los romanos y el teatro antiguo. Algunas de estas exposiciones son bastante visuales e incluso especialmente pensadas para niños, por lo que la visita también resultará de interés para los más pequeños. En cuanto a su uso actual, el Teatro Romano de Orange acoge eventos como el Festival Lírico de Orange (junio-agosto) o el Festival Romano celebrado en septiembre.

Arco de triunfo de Orange

A menos de 1 km del teatro, en dirección norte, se encuentra el Arc de triomphe d’Orange, que también forma parte del conjunto histórico protegido por la UNESCO. Si bien no es el arco de triunfo más espectacular que hayamos visto, fascina pensar que este vestigio romano ha sobrevivido a unos 2.000 años de historia. Una inscripción en el arco, dedicada al emperador Tiberio, situaría su construcción en el año 27, pero es probable que sea mucho más antiguo.

Respecto a su estilo, hay que destacar que es el más antiguo de cuantos presentan tres arcos, con un arco central más grande que los dos laterales. Este modelo sería usado siglos más tarde en los famosos arcos de Septimio Severo y de Constantino, en Roma. El de Orange, sin embargo, es algo más pequeño que estos (19,2 m de alto) y se conservan pocos elementos decorativos. Lo más reseñable son las columnas corintias adosadas y el relieve de la parte superior, que hace referencia a una batalla de la  Legio II Augusta.

Otros lugares que ver en Orange

Si tenéis poco tiempo para visitar Orange, os sugerimos empezar por el teatro romano y luego dar un paseo hacia el arco de triunfo. En el trayecto podéis aprovechar para perderos por las calles del centro histórico, que albergan varios rincones coquetos y algunos lugares interesantes. Sin ir más lejos, frente al teatro romano podéis visitar el Musée d’Art et d’Histoire, cuya entrada viene incluida en el ticket del teatro. Algo más al norte podéis entrar a la Catedral de Notre Dame de Orange (con fachadas muy camufladas, pero un interior imponente) y quizá tomar algo en las terrazas de la Place Georges Clemenceau, frente al Ayuntamiento.

Por cierto, si os sobra algo de tiempo y/o queréis ver la fachada del Teatro Romano de Orange sin pagar, podéis subir a la Colline Saint-Eutrope. Nosotros no fuimos hasta allí, pero vimos gente arriba y por lo que se puede ver en internet, parece que la perspectiva no es mala.

Lugares que ver cerca de Orange

Información práctica para visitar Orange (Francia)

* Datos actualizados en 2019

Mapa de Orange (Francia)

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Fotos: (1, 3, 4 y 5) Interior del teatro romano de Orange (2) Fachada exterior teatro (6) Arco de triunfo de Orange (7) Catedral de Notre Dame de Orange. Autoría: Lupe/Los apuntes del viajero.

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