Llevamos dos décadas viajando por Europa y hace mucho que perdimos la cuenta de la cantidad de castillos que hemos visitado, desde clásicos nacionales como el Alcázar de Segovia hasta el recóndito castillo de Turaida (Letonia), pasando por los espectaculares schlösser bávaros o los elegantes châteaux franceses. Son lugares que nos encantan, que evocan los cuentos de hadas de nuestra infancia y donde se abren ventanas mágicas al pasado. En este artículo vamos a repasar algunas de nuestras rutas de castillos favoritas en Europa. ¡Sonido de trompetas, por favor!
Índice de contenidos
Rin Romántico
En pocos lugares del mundo se concentra mayor número de castillos que en el Valle Superior del Medio Rin, declarado Patrimonio de la Humanidad en 2002. En el tramo más turístico, conocido como Rin Romántico, hay unos 60 castillos. Teniendo en cuenta que es un recorrido de unos 65 km, casi sale a castillo por kilómetro. La ruta recomendada va de Coblenza a Bingen, atravesando tres Estados alemanes. Los castillos de Drachenburg, Stolzenfel, Marksburg o Rheinfels son quizá los más impresionantes, pero hay al menos una docena que merecen ser visitados.
Aunque algunas de estas fortalezas tienen sus orígenes más remotos en tiempos medievales, lo cierto es que la mayoría fueron reconstruidos o erigidos desde cero en el siglo XIX, en pleno auge del Romanticismo. En Los apuntes del viajero ya hablamos de los castillos del Rin Romántico, por si quieres echarle un vistazo al artículo. Y si viajas a la región no olvides pasar por el cercano castillo de Eltz, viralizado en redes sociales como uno de los más bonitos del mundo.
Ruta de los castillos escoceses
En las islas británicas los castillos se cuentan por miles. Hay más de 4000 en Inglaterra, cerca de 600 en Gales y, según algunas fuentes, hasta 30000 en Irlanda. Los que mejor hemos conocido nosotros son los de Escocia, donde se supone que hay unos 1500 catalogados (la mayoría en ruinas). Muchos de ellos, como el de Stirling, están vinculados a las interminables guerras de independencia de Escocia, en las que participaron personajes míticos como William Wallace o Robert Bruce. Además del castillo de Stirling, os recomendamos visitar el castillo de Edimburgo, el castillo de Glamis, el castillo Dunnottar y el más instagrameado: Eilean Donan.
Por cierto, os recordamos que en Escocia se conduce por la izquierda, que las carreteras del norte son muy estrechas (en algunas zonas cuentan con los famosos passing place para dejar paso) y que Reino Unido ya no forma parte de la UE, por lo que estaría bien contar con un seguro como el seguro de viaje RACC, que os cubra en caso de incidente todo el tema de gastos médicos, etc.
Ruta de Drácula en Transilvania
Rumanía es uno de los países de Europa que más nos ha sorprendido. Y buena parte de culpa la tienen sus castillos, desde luego. La mayoría de ellos se concentran en la histórica región de Transilvania o en las zonas limítrofes, como el norte de Valaquia. Y el más famoso de todos, no cabe duda, es el llamado Castillo de Drácula en Bran. Aunque el icónico Vlad Tepes (personaje real que inspiró a Bram Stoker) apenas pisó dicho castillo, lo cierto es que el castelul Bran merece una visita por méritos propios. Su raíces se hunden los siglos XIII-XIV.
Curiosamente, es mucho menos conocido el castillo Poenari, que podría considerarse el «verdadero castillo de Drácula», pues fue allí donde tuvo su principal residencia Vlad el Empalador. Eso sí, Poenari está en ruinas (aunque recientemente se ha trabajado en su adaptación al turismo) y queda algo lejos de las zonas más concurridas. Tampoco hay que perderse la fortaleza Rasnov y el precioso castillo de Peles, aunque nuestro favorito es el castillo de Hunedoara, cuya imagen podéis ver al inicio del artículo.
Ruta de los castillos del Loira
Saltamos hasta el centro de Francia para recorrer una de las zonas más bellas y elegantes de toda Europa. Nos referimos al valle del Loira, declarado Patrimonio de la Humanidad en el año 2000. Las orillas del río Loire, a su paso por las ciudades de Amboise, Angers, Blois, Chinon, Montsoreau, Orléans, Saumur o Tours, está plago de exquisitos châteaux renacentistas rodeados de maravillosos jardines. Es injusto nombrar solo unos pocos, pues hay más de 300, pero cabría destacar los de Chambord, Chenonceau, Clos-Lucé, Cheverny, Ussé o Villandry.
Ruta de los castillos del Rey Loco
Luis II de Baviera pasó buena parte de su infancia en el castillo de Hohenschwangau, rodeado de grandes montañas, bosques misteriosos y héroes de leyenda. Allí comenzó a fantasear con convertirse en un rey de cuento de hadas y, en cierto modo, lo consiguió (aunque algunos optaron por llamarle Rey Loco). La más famosa y épica de sus obras es el castillo de Neuschwanstein. Su innegable belleza, sumada a la magia de su entorno, han hecho que muchos lo consideren el castillo más bonito del mundo. La ruta de los castillos del Rey Loco en Baviera (Alemania) la completan el palacio de Linderhof y el palacio de Herrenchiemsee.
Ruta de los cátaros
La ruta de los cátaros, en el sureste de Francia, quizá no albergue castillos tan llamativos como los anteriores, pero está rodeada de un halo casi místico que cautiva cada año a miles de viajeros. Los cátaros, como sabréis, fueron un grupo religioso que se expandió por Europa Occidental durante los siglos XII y XIII y que fue borrado del mapa por la iglesia católica en la llamada cruzada albigense (1209-1244). Aunque los castillos «puramente cátaros» son muy pocos, el concepto turístico abarca castillos como Montségur (quizá el más icónico), Lastours, Aguilar, Peyrepertuse, Puilaurens, Quéribus, Termes o la fantástica ciudadela de Carcasona.
Ruta de los templarios
Permitidnos que llevemos esta selección de rutas de castillos por Europa a la tierra donde tenemos parte de nuestras raíces y donde pasamos muchos veranos: el Bierzo (León). Está mal que nosotros lo digamos, pero Ponferrada tiene el castillo más bonito de España: el castillo de los Templarios. Reconocednos, al menos, que su entrada es una de las más espectaculares. La Orden del Temple, envuelta en mitos y leyendas, fundó este castillo en 1178 y desde entonces ha visto pasar a millones de peregrinos en su camino hacia Santiago. La ruta de los templarios incluye también el castillo de Cornatel y se puede añadir (aunque tenga escasa relación temática) el castillo-palacio de Villafranca del Bierzo.
